Lema del curso
ESCUCHA CONECTA ¡TRANSFORMA!
OBJETIVO TRIENAL 2023-2026
Convertirnos en escuelas que transforman los entornos en los que viven, desde lo local a lo global,
porque somos una comunidad educativa de calidez y calidad que promueve la escucha y la comprensión de la realidad para conectarnos y ser con y para los demás, generando un mundo más humano, fraterno, solidario y sostenible.
OBJETIVO CURSO 2023-2024
Desarrollar en el personal del colegio, los alumnos y en las familias el hábito de crear espacios para parar, hacer silencio y escuchar: a sí mismos, a los de cerca, la realidad y a Dios que habla en lo que acontece.
ESCUCHA, conecta, ¡transforma!
“Muchas veces es más bien detener el paso,
dejar de lado la ansiedad para mirar a los ojos y escuchar”.
(Papa Francisco, en su encíclica Evangelii Gaudium, EG. 46).
Vivimos en nuestra sociedad un exceso de estímulos rápidos y múltiples que no siempre permiten el silencio y la atención plena. “El ser humano ha estado siempre expuesto a la agitación. Esta inquietud y dispersión provienen de nuestra falta de arraigo interior. Todas las tradiciones espirituales tratan de serenarnos y de centrarnos en lo Esencial” (Javier Melloni).
La cultura digital ha incrementado nuestro acceso a los demás, dándonos la oportunidad de escuchar más, pero con mucha velocidad e inmediatez. En una sociedad de la hiperestimulación, el silencio, la calma, la escucha y la experiencia interior responden a una necesidad importante de la persona.
Jesús de Nazaret, en medio de su actividad diaria, se retiraba buscando el silencio y la soledad para poder orar y escuchar la voz del Abbá (Mc 1, 35-36; Mc 6, 46; Mt 14,23; Lc 6,12; Lc 9, 28; Lc 10, 21; Lc 22, 42; Lc 23, 46; Jn 6, 15, 38). Jesús, también escuchaba a la gente de su alrededor y daba respuesta a sus preguntas y necesidades. A lo largo de todo el Evangelio se descubre el interior de Jesús, visible en su forma de observar la realidad, de escuchar, de ser, de estar, de servir, de relacionarse y de entregarse hasta la muerte por amor y fidelidad a la verdad.
La falta de silencio, de espacios personales para aquietar la mente y el cuerpo, para estar con uno mismo, está provocando vacíos existenciales. Vivimos lejos de nuestro interior, ajenos a nuestra dimensión espiritual y trascendente, perdidos por no saber quiénes somos realmente, ajenos también a la realidad circundante. En la cultura predominante, el primer lugar está ocupado por lo exterior, lo inmediato, lo visible, lo rápido, lo superficial, lo provisorio. Lo real cede el lugar a la apariencia.
La pausa, el silencio, la escucha y la reflexión generan otra forma de vivir, de ser y de estar en el mundo, transformando el vacío en plenitud. Necesitamos introducir la dimensión contemplativa en el modo de vivir, de trabajar y de afrontar las rutinas de cada día.
Durante este curso, vamos a entrenar nuestras “orejas” para escuchar, para descubrir ¡cuánto se aprende escuchando! ¡Cuánto se transforma escuchando!
¿Estás dispuesto a entrenar esta cualidad que todos poseemos, pero que no practicamos lo suficiente?
PARA PENSAR UN POCO…
¿Estoy acostumbrado a la soledad, al silencio y a la escucha?
¿Me gusta escuchar? o, ¿prefiero ser escuchado?
¿Me paro antes de comenzar una actividad para tomar conciencia de cómo llego?
¿Cómo va mi relación con Dios Padre o con Jesús? ¿Los hablo? ¿Los escucho?
