Lema del curso

ME GUSTA CUIDAR-TE

“El cuidado no es una opción: aprendemos a cuidar o perecemos.”
Bernardo Toro

Tal y como señala el filósofo actual Bernardo Toro cuando amamos cuidamos y cuando cuidamos amamos, por tanto se convierte en imprescindible educar y cultivar el cuidado.

Para construir una sociedad madura y sostenible que respete tanto a las personas que la constituyen como al mundo en el que habita, debemos pasar de la heteronomía (donde los comportamientos se regulan de forma externa, existen dependencias, bipolaridad…) a la autonomía (donde sucede la autorregulación, libertad, responsabilidad, aprendizaje y transformación).

Las personas nos relacionamos y construimos la realidad a través de nuestros comportamientos con otras personas e incluso con la propia naturaleza. En estas relaciones se producen interacciones emocionales, sociales, culturales, espirituales, políticas e incluso económicas. Construyamos por tanto una realidad de sociedad centrada en el cuidado, pero no sólo el cuidado de ella misma sino en el cuidado de quien la habita y de dónde habita. Esta concepción de la ética del cuidado genera en el mundo educativo una pedagogía del cuidado y esta a su vez se traduce en oportunidades. Cuando damos oportunidades amamos, cuidar al otro significa en primer lugar reconocerle y después darle valor. Es por tanto que desde la pedagogía del cuidado incorporamos en nuestras acciones el reconocimiento del otro, valorándolo como ser independiente de uno mismo al que se debe respetar y amar para poder generar relaciones equitativas y sostenibles.

Leonard Boff señala las dos funciones que asume el cuidado, una de prevención de daños futuros y la regeneración de daños pasados. Se vea como se vea, siempre hay un valor encerrado en el cuidado y es precisamente desde esta doble función desde donde queremos enfocar la pedagogía del cuidado.